Qué stress cuando ya sabes -de antemano- que digas lo que digas, hagas lo que hagas, pienses lo que pienses... o sientas lo que sientas, nada cambiará Xs situación.

Estaba llegando a tu casa, las manos me sudaban y de repente ese umbral donde tantas veces me sentí gigante se me hacía impenetrable, infinito, grandísimo -mi seguridad se me puso pequeñita-. Buscaba en mi mente un espacio empolvado y lleno de telarañas que hacía mucho no usaba, esa esquinita del sentido común, buscando quizás razones que me excusaran para no enfrentarte, buscando con toda seguridad mi seguridad microscópica e invisible -grabando en mi mente cada segundo para escribirlo... difícil la terapia!, pero nada es fácil cuando sabes que te va a doler-

Sin darme cuenta y más que todo por inercia absoluta tocaba el timbre compulsivamente, subconcientemente para que tú también te dieras cuenta de que ésta sería la última vez que hablaría de esto contigo, la última vez que sería sincera, la última vez que sería vulnerable y si corría con suerte... la última vez que vería tu carita ¿¿la última vez?? (y escribiendo sigue doliendo) - sin caer en el tema de tu sonrisa por favor! prometo no describir tu rostro de nuevo, tu carita mirándome... Ya!-

Abriste la puerta, sin mirarme me dejaste entrar, sin hablarme me hiciste sentarme, estaba yo sola solita y tu que estabas sentado al otro extremo de la sala. Tratando de explicarme lo mejor que pude.

Tenía planeado lo que te iba a decir, paso a paso, frase por frase. Tenía planeada cada oración envenenada para ti, cada frasecita que te dolería, quería lastimarte lo más que se pudiera, la mayor cantidad de odio que fuera posible, que mis frases golpearan tu cabecita penetrando cada hueso hasta fisurarlo, quería quebrarte todo si hubiese sido posible, quería matarte lentamente y que me vieras sonreír mientras mi ira iba destruyendo poco a poco lo que quedaba de ti... No sólo por el placer culposo que me habría generado tu dolor; más allá de eso, era sólo por la mera curiosidad de saber si así podría hacerte saborear un sorbito del dolor que me estabas provocando - sólo quería devolver el favor recibido- era por una buena causa... era por mi.

Me degusté ese saborcito de una satisfacción efímera, acompañada de culpa y más satisfacción y más satisfacción... Rapidíto y suavecito...
No duró mucho esa satisfacción...

Shit!!!!!

"Como el que cuenta que ha pensado que ha decidido

que seguimos siendo amigos y yo...

estoy temblando"

HOMBRES G

En estos días leí una cartelera extraña. Decía: "Y tu no puedes quererme... Y yo no puedo olvidarte". (Lo extraño era sobretodo que estaba colocada en una caseta de vigilancia)

Bueno, no quisiera hacer un post sobre la desdicha que dejaste en mi vida o sobre el recuerdo que me martilla mi cabecita -OJO, exagerando el drama... ah, y obviando la parte de que ese enunciado novelero me llenó de nostalgia- Más allá de eso, ese enunciado me hizo pensar en lo mucho que me gusta sufrir; en serio, por sobretodas las cosas y aunque me la tire de rata y trate de saberme todas más una, adoro el sufrimiento.

Para mi no hay nada mejor que sentarme a ver una película gris que me recuerde el huequito que dejaste, o escuchar una canción de despecho con una ´tellita ´e lo que sea, o ponerme a escribir cosas tristes que van poniendome a un nivel de nostalgia inexplicable, o atiborrarme de chocolate y helados cuando me dices que no me quieres, o ver un atardecer o una playa y acordarme de la vez que me besaste por 22da vez, escuchar un bolero rajao´de Bebo Cigala....

(¬.¬) Confieso que adoro cualquier cursilería que sea capaz de provocar nauseas, amo todo tipo de cliché rosadito y romanticón digno de un emo, soy adicta al despecho y al dolor jejeje...

Confiesa que te gusta sufrir!, es la naturaleza del ser humano, darte una y otra vez con la misma piedrita es muito placentero... es algo así como tu primer tatuaje o tu primer polvo... duele -es cierto- pero quien va a detenerse???

"tengo conciencia del daño que te hice, pero al mismo tiempo
no me siento responsable de lo que pudiste pensar"

Alejandro Sanz.

Estaba sentadita, tu sabes, tipo normal... sin mucho alboroto, casi que invisible.

Ley de Murphy Isa, Ley de Murphy.

Si no piensas que va a pasar, pasa.

Si no te vestiste para que pasara, pasa.
Si no quieres que pase, pasa.

Y bueno... ni hablar... todo planificadito, y no pasa.

Shit!!!

A ti que te faltó el valor para pelear por ti,
Arjona

Siempre me quedaran cosas por decirte... tantas cosas por decirte. Es que no me dió tiempo ni de acostumbrarme a tu compañía, y sin embargo pasó...



Feliz año 2007!



Que mi tiempo contigo se fue con el 2006, eso es sabido. Que mi corazón se quedó atascado entre la confusión y la puerta de tu casa, eso no me lo esperaba.